Durante los meses más calurosos, el aire acondicionado se vuelve esencial para mantener el confort en casa. Sin embargo, su uso intensivo en verano hace fundamental realizar un mantenimiento básico del aire acondicionado también durante esta temporada.
Un equipo bien cuidado funciona mejor, consume menos energía y dura más tiempo. Por suerte, hay tareas sencillas que puedes hacer tú mismo para mantenerlo en buen estado sin necesidad de conocimientos técnicos.
A continuación, te explicamos por qué es clave este mantenimiento y qué consejos puedes aplicar fácilmente en casa.
Por qué hacer un mantenimiento de aire también durante el verano
Aunque muchas personas preparan su aire acondicionado antes de que empiece la temporada, lo cierto es que el mantenimiento durante el verano es igual de necesario. La razón es sencilla: el uso constante del equipo durante los días de calor extremo lo somete a un gran esfuerzo, y si no se revisa con frecuencia, pueden aparecer problemas que afecten a su funcionamiento y a tu comodidad.
Además, el calor prolongado y las olas de calor provocan un uso más intensivo, lo que puede generar:
- Acumulación de polvo y suciedad en los filtros
- Malos olores por bacterias y hongos en los conductos
- Reducción del caudal de aire
- Mayor consumo energético
Consejos de uso del aire acondicionado durante verano
Usar el aire acondicionado de manera prolongada y no encenderlo y apagarlo constantemente también ayuda a mantener la vida útil del equipo. Muchos usuarios tienen la costumbre de apagarlo al salir de una habitación y volver a encenderlo al regresar, pero este ciclo constante de encendido y apagado puede generar un consumo energético mayor y un mayor desgaste del compresor.
Una forma inteligente de cuidar el equipo es mantenerlo funcionando de forma continua a temperaturas razonables, como 24-26 grados, lo que permite un rendimiento más estable y evita picos de consumo.
Por otro lado, revisar el estado del equipo a mitad del verano puede evitar fallos importantes justo cuando más se necesita. El mantenimiento no debe verse como algo opcional, sino como una parte esencial del uso del aire acondicionado.
5 consejos para el mantenimiento básico del aire acondicionado durante el verano
Hay varias tareas sencillas que puedes hacer en casa para asegurarte de que tu aire acondicionado funciona de manera óptima. A continuación, te damos cinco consejos clave para realizar un mantenimiento básico del aire acondicionado sin complicaciones:
1. Limpieza de los filtros de aire cada dos semanas
Los filtros del aire acondicionado tienen la función de retener polvo, ácaros, polen y otras partículas en suspensión, evitando que entren en la estancia. Con el uso constante durante el verano, estos filtros se saturan rápidamente y si no se limpian, provocan una reducción significativa del flujo de aire.
Esto no solo impide que el equipo enfríe correctamente, sino que también lo obliga a trabajar más, lo que incrementa el consumo eléctrico y puede reducir su vida útil.
¿Cómo limpiar los filtros del aire acondicionado ?
Abre la tapa del split o la rejilla de tu sistema, saca los filtros con cuidado y lávalos con agua tibia y un poco de jabón neutro. No utilices productos agresivos, ya que pueden deteriorar el material. Sécalos completamente antes de volver a colocarlos.Lo ideal es realizar esta limpieza cada dos semanas en temporada de uso intensivo. Si tienes mascotas o vives en una zona con mucho polvo, hazlo incluso con más frecuencia.
Importante: si observas que los filtros están muy desgastados, rotos o deformados, es mejor sustituirlos por unos nuevos. Esto no solo mejora la eficiencia del equipo, sino que también favorece una mejor calidad del aire interior.
2. Revisión del estado de la unidad exterior
La unidad exterior del aire acondicionado es la encargada de liberar el calor que recoge del interior, por lo que es fundamental que esté limpia y ventilada para funcionar correctamente. Sin embargo, al estar a la intemperie, suele acumular polvo, hojas secas, plásticos, plumas o incluso residuos urbanos, especialmente si está cerca de árboles o en una azotea comunitaria.
¿Qué revisar?
Asegúrate de que no haya ningún elemento bloqueando la entrada o salida de aire. Utiliza un cepillo de cerdas suaves, un aspirador de mano o incluso un paño seco para quitar el polvo acumulado.
Consejo: mantén un espacio libre de al menos 50 cm alrededor de la unidad. No coloques objetos encima ni tapes la rejilla.
Advertencia: evita el uso de agua a presión, ya que puede dañar los componentes internos, especialmente el ventilador o las aletas del intercambiador. Si la suciedad es excesiva o no puedes acceder bien, considera una limpieza profesional.
3. Comprobar la salida de aire de vez en cuando
Uno de los errores más comunes en verano es no prestar atención a cómo y hacia dónde se distribuye el aire. Una salida obstruida o mal orientada puede generar zonas con más calor o una sensación térmica incómoda, incluso si el equipo está funcionando correctamente.
Revisa que las rejillas de ventilación estén completamente libres de objetos como cortinas, muebles, alfombras o juguetes que puedan bloquear el paso del aire. Esto es especialmente importante en habitaciones pequeñas.
Truco adicional: ajusta las lamas o aletas de salida del split:
- Hacia arriba para enfriar más rápido al permitir que el aire fresco descienda gradualmente.
- Hacia abajo para mantener una temperatura uniforme sin corriente directa sobre las personas.
También puedes alternar la dirección con el modo swing para repartir mejor el flujo por toda la estancia.
4. Controlar los niveles de humedad y temperatura
Muchas personas cometen el error de ajustar el aire acondicionado a temperaturas muy bajas, pensando que así refrescará más rápido. Pero en realidad, esto genera un mayor esfuerzo del equipo, aumento en el consumo energético y posibles cambios bruscos de temperatura, que pueden resultar molestos o incluso perjudiciales para la salud.
Temperatura recomendada del aire en olas de calor:
Mantén el aire acondicionado entre 24 y 26 grados. Esta es una temperatura suficiente para lograr confort térmico sin forzar el equipo. Recuerda que cada grado menos supone aproximadamente un 8% más de consumo.
Modo ECO y deshumidificador:
Si tu equipo tiene función ECO o de deshumidificación, utilízalas. Reducen la humedad ambiente, lo que hace que la sensación térmica sea más agradable incluso con temperaturas moderadas. Esto es ideal durante los días muy húmedos.
Programa el temporizador para que el aire se apague automáticamente durante la noche o cuando no estés en casa. Así evitas olvidos y mejoras la eficiencia.
5. Verificar posibles ruidos o vibraciones
Un equipo bien mantenido debería funcionar de forma silenciosa y sin vibraciones evidentes. Si notas ruidos extraños como zumbidos, chasquidos, golpes metálicos o un traqueteo constante, puede ser señal de que algo está desajustado o dañado.
Los problemas más frecuentes pueden ser:
- Tornillos sueltos en la carcasa
- Aspas del ventilador mal alineadas
- Filtros descolocados
- Compresor sobrecargado
Evita abrir el equipo por tu cuenta si no tienes conocimientos técnicos. En estos casos, lo más prudente es contar con especialistas en mantenimiento aire acondicionado para hacer una revisión en profundidad.
¡Cuidado! Manipular componentes internos sin experiencia puede empeorar el problema o incluso causar averías mayores. Por eso, es recomendable realizar al menos una limpieza y revisión profesional completa al año, especialmente si ya has detectado ruidos anómalos o el equipo no enfría como antes.
Mantenimiento de aire acondicionado por conductos: cuidados específicos
Si tu sistema de climatización funciona con aire por conductos, hay algunos aspectos adicionales a tener en cuenta. Este tipo de equipos es muy común en viviendas grandes y oficinas, ya que permite climatizar varias estancias de forma uniforme.
Entre los cuidados básicos están:
- Revisión de rejillas y difusores: deben estar limpias para garantizar una buena distribución del aire.
- Comprobación de fugas: asegúrate de que no hay escapes de aire en las conexiones del conducto.
- Limpieza del retorno: el punto por donde el aire regresa al equipo debe estar libre de polvo y objetos que obstruyan el paso.
- Control del sistema de zonificación (si lo hay): verifica que todas las zonas se enfrían de manera uniforme y que las compuertas funcionen bien.
Además, este tipo de instalaciones necesita una revisión periódica más especializada, especialmente si no se ha realizado mantenimiento desde el invierno. Para ello, siempre es recomendable contactar con empresas expertas en sistemas de climatización centralizada.
Confía en especialistas para el mejor mantenimiento de tu aire acondicionado
Aunque muchos cuidados básicos se pueden realizar en casa, llega un momento en el que es fundamental dejar el trabajo en manos de profesionales. Solo un equipo técnico cualificado puede llevar a cabo una limpieza a fondo y una revisión completa del sistema, comprobando niveles de gas, presión, estado del compresor, conexiones eléctricas y otros componentes clave.
Detectar a tiempo posibles averías evita reparaciones costosas y garantiza un funcionamiento eficiente durante los meses de más calor. Además, una intervención profesional mejora el rendimiento del equipo, alarga su vida útil y ayuda a mantener un consumo energético más equilibrado.
Si buscas garantía, seguridad y tranquilidad, confía en especialistas en aire acondicionado en Zaragoza con experiencia en mantenimiento, reparación e instalación. Porque cuidar tu equipo no es solo una cuestión de confort, también lo es de ahorro y durabilidad.